martes, 12 de febrero de 2013

Real Madrid vs Manchester United: Duelo con sabor a historia en los octavos de la Champions

FOTO: m.globedia.com

Vuelve la Champions, y lo hace con unos cruces de octavos de auténtico lujo. Pero sin duda alguna, el enfrentamiento más atractivo es el que medirá a dos de los mejores clubes de la historia de la competición: Real Madrid – Manchester United. Entre ambos equipos suman la friolera de doce orejonas, nueve por parte madridista y tres logradas por los red devils.

Ambos conjuntos se han visto las caras en ocho ocasiones a lo largo de los más de cincuenta años de historia de la competición. Siempre se han enfrentado en eliminatorias, con un balance ligeramente superior para la escuadra española – tres victorias y tres empates por sólo dos derrotas -. De los cuatro duelos a doble partido, el equipo ganador ha resultado a la postre vencedor del torneo en tres ocasiones. Esta racha se vio truncada en la última ocasión que se midieron, los cuartos de final de la temporada 2002 / 2003, cuando los hombres dirigidos entonces por Vicente del Bosque accedieron a semifinales gracias a un triplete logrado por Ronaldo en el partido de vuelta celebrado en el Teatro de los Sueños. Sin embargo, en la ronda previa  a la final, el Madrid cayó derrotado por la Juventus de Turín.

No obstante, y centrándonos ya en el presente, los de José Mourinho tienen ante sí un duelo de altura. El Manchester United lidera su competición doméstica con mano de hierro ya que le saca doce puntos al Manchester City.

El cuadro dirigido por Sir Alex Ferguson cuenta con una delantera de auténtico lujo, formada por dos de los mejores delanteros de la última década en la Premier. Rooney y Van Persie firman una dupla que se ha compenetrado a la perfección desde el primer momento, de hecho, el holandés es el máximo artillero en Inglaterra. Por si las cosas no salen bien y alguno de los dos falla, el mejicano Javier Chicharito aporta gol y una excelente visión de juego. Los red también han sabido reforzar su veterano centro del campo con la contratación el pasado verano del japonés Kagawa, procedente del Borussia Dortmund, quien poco a poco ha ido adquiriendo los galones necesarios como motor del juego de ataque. Los recursos ofensivos del United no concluyen con estos nombres, sino que cuenta con tres puñales por las bandas. En una época en la que el juego de extremos ya no es tan primordial, Sir Alex puede presumir de contar con hombres como el ecuatoriano  Valencia, el portugués Nani y el local Young en su plantilla. Los dos primeros son más extremos al uso, mientras que el tercero prefiere tirar diagonales y tiene más llegada de cara a puerta. El fútbol imaginativo y asociativo recae en las figuras de Cleverley, una de las revelaciones del año en las Islas Británicas, y en la admirada pierna izquierda del legendario Ryan Giggs, líder espiritual del equipo junto a Paul Scholes. Defensivamente el United puede sufrir con la movilidad de los hombres de ataque del Real Madrid. Cuenta con una buena pareja de centrales, Vidic y Ferdinand, pero bastante veteranos, al superar ambos la treintena. El norirlandés Jonny Evans es su recambio natural. En los laterales, Rafael y Evra son los auténticos dueños de la banda derecha e izquierda respectivamente. Les gusta sumarse al ataque, pero ante el conjunto blanco, deberán vigilar bien su espalda ante hombres como Cristiano – quien se enfrentará por primera vez a sus ex – Benzema o Di María.

Con todo este potencial, el United tiene buena cara. Pero su fútbol, como siempre, no dice gran cosa. Es un equipo inconstante, sin un ritmo determinado en su juego y al que le falta capacidad de mando en los partidos. Le falta fútbol, sí, pero si hay algo que le sobre es pasión. Ese es su estilo. Y su pegada además no le falla. Será curioso verlo enfrentado a otra máquina de “matar” como el Madrid.

El Madrid, al contrario que su rival, atraviesa una época de inestabilidad con la Liga perdida ya a comienzos de la segunda vuelta, y con las semifinales de la Copa contra el Barça con un resultado final, a priori, abierto tras el 1-1 de la ida obtenido en el Bernabéu.

Los de Mourinho llegan a la eliminatoria justitos en algunos puestos. Más bien habría que decir que lo hace al partido de ida, porque desde el día 13 de Febrero en que se juega la ida hasta el 5 de Marzo en que se jugará la vuelta, hay un tiempo más que interesante para que algunos jugadores, que hasta el momento no han estado a la altura, recuperen su mejor nivel.

El estado de forma y rendimiento de jugadores como Benzema, Di María, Marcelo y, si me apuran, Xabi Alonso, no pasa por su mejor momento de cara a la eliminatoria contra los de Ferguson.

Que Xabi Alonso no llegue fresco es consecuencia de ser la pieza clave de Mourinho en el terreno de juego, uno de los indispensables y el pegamento que el portugués pone al equipo para que no se parta. Lo que hace, de una posible rotación, algo impensable. Lo de Marcelo es una cuestión de mala suerte, ya que una lesión además de inoportuna siempre es impredecible. La pega para el brasileño es que cuando Mourinho le ha ido dando minutos después de la lesión ha demostrado estar a millones de kilómetros del Marcelo de principios de temporada. Lo de Benzema y Di María no tiene una explicación lógica. El argentino está lejos de ser el jugador desequilibrante por banda que era y sólo ha tenido la aparición estelar de Mestalla, mientras que a Karim se le ve un punto por debajo de lo que sería su forma ideal. Si a esto le sumamos la importantísima baja de Iker, suplida de momento con nota por el recién llegado Diego López, y la incertidumbre de ver cómo está Pepe tras su operación, llegamos a la conclusión de que a uno de los partidos más importantes de la temporada han llegado en auténtica forma tres o cuatro jugadores.

Khedira se ha convertido en una pieza clave para dar consistencia al medio campo madridista y su trabajo en labores defensivas es esencial. Ozil ha vuelto a deleitarnos con esa calidad y clase por las que el Madrid le fichó y que en los últimos meses sólo nos mostraba a cuenta gotas. Varane ha demostrado, a sus 19 años, que está llamado a ser un jugador importante en el futuro del Real Madrid. El partido ante el Barça en Copa fue una demostración de la enorme calidad que atesora. Se mostró sobrio, seguro e insuperable en carrera por ninguno de los jugadores barcelonistas. Además su velocidad y fortaleza por alto fueron esenciales para que el Barça sólo lograse marcar un tanto. Ante las ausencias de Sergio Ramos y Pepe ha demostrado que está para grandes retos.

Pero si un jugador destaca en el equipo a estas alturas de temporada por encima del resto, y hace que merezca la pena pagar por una entrada, es Cristiano Ronaldo. El portugués está en un estado de forma pletórico. Ya no es ese jugador egoísta, egocéntrico si me apuran, y que no ayudaba en las tareas defensivas, para desesperación de muchos. Ha dejado de lado la “tristeza” que manifestaba sentir hace unos meses, para convertirse en un jugador ejemplar, que coopera con el equipo en cualquier posición del campo, y que nos sigue regalando carreras imposibles y jugadas espectaculares jornada tras jornada. Ha ganado en inteligencia, y su remate sigue siendo demoledor para los contrarios. 

Aun con la tremenda aportación de estos últimos jugadores, el Madrid  es una sombra del equipo que el año pasado pulverizó todos los records en la Liga.  La defensa no parece tan   consistente como el año pasado, el juego en el medio campo es espeso y le falta velocidad en muchos tramos de los partidos, y lo que es más importante, no tiene la descomunal pegada que asombró a medio mundo la temporada pasada. Marca goles, sí, pero necesita muchas ocasiones para terminar materializándolas en  gol. Con todos los defectos en el juego que se le pueden achacar al equipo, que son muchos, no significa que el Manchester vaya a pasar por encima del Madrid. Pero si el equipo de Mourinho quiere llegar al partido de vuelta con un buen resultado deberá aprovechar el planteamiento defensivo que, con casi total seguridad, desplegará Sir Alex Ferguson en el Bernabéu (es de sobra conocido el gusto del británico por los 0-0 fuera de casa, cuando la eliminatoria es a doble partido). No sólo eso, los madridistas tendrán que hacer un verdadero esfuerzo físico y dar su mejor versión, esa que nos enamoró el curso pasado y que hasta el momento ha mostrado en contadas ocasiones, si quieren derrotar a los ingleses. Pero eso sí, cuenta con una tremenda ventaja sobre su rival: en Old Trafford ya no cuentan con Cristiano. Que ahora vista de blanco, ante partidos de esta importancia, no tiene precio.

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