lunes, 25 de marzo de 2013

Francia vs España: con Brasil en el horizonte

FOTO: www.elmundo.com

Tras el aperitivo del pasado viernes ya tenemos aquí otra jornada de Clasificación para el Mundial de Brasil 2014. Una jornada clave para muchas selecciones que apuran sus opciones para meterse por vía directa en la gran cita del próximo año. Entre ellas, hay selecciones del nivel de Portugal, Croacia o nuestra España. 

La selección se va a jugar sus opciones en Paris ante la Francia de Deschamps que llega como líder de grupo con dos puntos de ventaja sobre la actual campeona del Mundo. Y es que los nuestros se dejaron algo más que dos puntos ante Finlandia. Ese resultado no sólo supone que los de Del Bosque necesiten la victoria en Francia para poder ser líder de grupo e ir directamente al Mundial, sino que abrió algunas dudas que parecían olvidadas en cuanto al estilo, el estado de forma de sus jugadores franquicia y la capacidad de reacción de su seleccionador, premiado recientemente con el Balón de Oro al mejor entrenador. 

Lo primero parece incuestionable. España ha llegado hasta lo que es hoy en día jugando a esto. Un estilo que puede gustar más o menos y que también puede ser más o menos perfeccionado pero ante el que nadie puede negar los resultados. Es evidente que hay que retocar algunas cosas del mismo ante rivales que se cierran atrás tan claramente como lo hizo Finlandia, pero entre eso y el cambio radical resta un abismo. Es un estilo que necesita, eso sí, de una gran movilidad e intensidad para que de buenos resultados y eso es, precisamente, lo que faltó ante Finlandia.

Lo segundo y tercero ya es más discutible. Discusión que, por otra parte, parece imposible con la Selección de por medio. Parece que ganar un Mundial y dos Eurocopas ha convertido a España en un equipo casi intocable e incuestionable, lo que parece un error grave. La mejora de un equipo pasa por reconocer sus errores y la necesidad de progresar cada día. Cuando uno se siente imbatible es cuando la caída es más grande y más factible. Parece obvio, también, que hay jugadores que no pasan por su mejor momento y que Del Bosque no movió ficha ante Finlandia con la velocidad y el riesgo necesario.

Pero volvamos al evento de mañana. Un partido enorme entre dos selecciones muy grandes. Una Francia muy mejorada con unos últimos retoques que le hacen ganar enteros. Los de Deschamps han mejorado en defensa, con la presencia del madridista Varane, y han mejorado en mediocampo, con la aparición de Pogba formando una interesante pareja con Matuidi, aunque en este caso veremos si Deschamps se atreve a repetir mediocampo frente a España. Aunque tiene ciertos problemas con la sequía de Benzema arriba, al que podría suplir Giroud, esos retoques sumados a lo que ya había antes y al gran estado de forma de hombres como Ribery y Valbuena, le convierten en un equipo muy peligroso. Seguramente no sea la Francia campeona del Mundo, pero son un equipo rocoso, muy difícil de superar y con grandes dosis de talento. Además,  no olvidemos que a Francia le valdrá el empate ante España por lo que se puede permitir asumir menos riesgos. 

Los de Del Bosque, por su parte, llegan a Paris con la pequeña tranquilidad que da saber que el equipo siempre ha respondido en partidos de gran importancia. Posiblemente, éste no tenga la trascendencia de una final, pero el equipo sabe que es casi un todo o nada. Además, Del Bosque recupera a Xavi y Xabi Alonso para la cita, lo que son palabras mayores en el estilo definido del equipo. No estarán, eso sí, ni Silva, sancionado, ni Alba, lesionado. 

Por otra parte, España tendrá, casi con total seguridad, la posesión ya que Francia no es una selección con demasiados problemas para contragolpear, incluso diría que lo prefiere. Las claves parecen pasar porque España sea capaz de apretar arriba a los franceses, la presión ha sido una de las señas de identidad de la España exitosa, y por la rápida circulación de balón obligando a los franceses a basculaciones muy rápidas donde puedan aparecer los espacios entre líneas para hombres como Xavi o Iniesta. Evidentemente, la aparición de estos dos futbolistas, asi como la pegada arriba se antoja fundamental. Si el partido, por el contrario, se va a lo físico o España permite la salida limpia desde atrás de los franceses con campo para correr, la ventaja pasará a ser local y la amenaza de los Ribery, Benzema y compañía, muy grande.

En cualquier caso, será, a buen seguro, un partido con alternativas que se puede decidir en los detalles. Esos que a España ya le han costado cuatro puntos recientemente, dos de ellos precisamente ante los franceses. Dos selecciones de esta categoría no pueden permitirse menos que eso. Solo hay un billete directo para Brasil. Y pasará por lo que ocurra sobre el césped de Saint Denis. Será, a buen seguro, un partido agónico para dos países, pero una gozada para los espectadores y aficionados al fútbol.

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