viernes, 17 de mayo de 2013

El Chelsea, campeón de la Europa League

FOTO: www.noticias24.com

El Chelsea consiguió el pasado miércoles su primera corona en la Europa League tras derrotar en la final al Benfica portugués por dos tantos a uno. 

Fue, tras un partido con dos partes bastante diferentes. Una primera con dominio claro del Benfica que supo iniciar el partido con gran intensidad, basando su poder en una asfixiante presión arriba que motivó la incapacidad de su rival para sacar el balón jugado desde atrás y la sucesión de un buen número de ocasiones para el cuadro lisboeta. Jorge Jesús sabía que esa presión obligaría a los centrales del Chelsea, no demasiados dotados técnicamente, a abusar del balón largo como así ocurrió y utilizó la movilidad entre líneas de Rodrigo para hacer daño a una defensa que se vio casi desbordada en esos primeros compases de final. 

Sin embargo, fue precisamente la falta de pegada portuguesa la que evitó que el cuadro inglés llegara al descanso con un resultado muy adverso. Es de dominio público que cuando un equipo perdona tantas ocasiones y tan claras, especialmente en Europa, lo suele pagar caro. Y ni Cardozo, ni Gaitán, ni Salvio, ni el propio Rodrigo acertaban con la meta de un Cech al que se le acumulaba el trabajo. Por su parte, arriba, ni rastro del Chelsea. No aparecía Mata, muy limitado por ese abuso del juego aéreo ni lo hacían Oscar o Torres. Tampoco Lampard, sin apenas capacidad de llegada estando tan atrás junto a David Luiz y motivado por la sorprendente posición de Ramires en la derecha.  

Al descanso, nadie hubiera dado un solo euro por el cuadro de Benítez a pesar del 0-0. Pero el fútbol es tan maravilloso como cambiante y los ingleses retomaron la final con otra cara. El Benfica pagó demasiado su gran esfuerzo físico y, poco a poco, fue desapareciendo del partido. El Chelsea, por el contrario, se fue encontrando cómodo. Mata y Lampard comenzaron a aparecer en el partido y Torres encontraba espacios en la adelantada y valiente defensa lisboeta. Así llegaría el primer gol, desde un saque de Cech que tras pasar por Mata, llegaría en ventaja para Torres. Si algo ha gustado siempre al madrileño es encontrar espacios a la espalda de los zagueros para correr. Destrozó a Garay y a Luisao y tras regatear a Artur en su salida, anotaba el 1-0 para el cuadro inglés. 

Aquello parecía el final para el Benfica de un Jorge Jesús que intentaba buscar soluciones con la mayor rapidez posible. El entrenador portugués retiraría a Melgarejo y a un Rodrigo ya muy cansado para dar entrada a John y Lima en busca de mayor profundidad y algo más de presencia arriba. Y en apenas dos minutos encontraría el premio con el penalti por manos de Azpilicueta que Cardozo transformó en el empate. Un resultado que quizás hacia más justicia al partido de ambos. 

Pero el fútbol tenía previsto un final de partido aún más cruel para el Benfica. Tras varios minutos de mucho miedo a perder y mayor cansancio físico, un córner en el descuento y cabeceado a la red por Ivanovic supondría el definitivo 2-1. Nadie se explica aún como la zaga benfiquista permitió a un cabeceador tan experto como el serbio rematar tan plácidamente. Quizás el cansancio que comentaba, quizás la inexperiencia. Sea como fuere, al Benfica se le escapó la final en un detalle tan absurdo como devastador. Y Benítez y su Chelsea encontraban la gloria. 

El madrileño, en apenas seis meses, ha dejado al Chelsea metido en Champions y conquistando otro título continental. No es, desde luego, mal bagaje para un entrenador interino. Los que tanto le pitaron a su llegada a Stamford Bridge han tenido que terminar por rendirse ante un entrenador que prefirió la vía del trabajo a la de la resignación ante una grada que no le quería allí. Lo dije hace unos días en otro caso, el buen trabajo suele tener premio. Y Benítez lo encontró en el Ámsterdam Arena. 

Primera Europa League para un equipo inglés en una final que tampoco pasará a la historia por su belleza pero que deja felices a unos y muy tocados a los otros. No olvidemos que este Benfica suma ya siete finales europeas consecutivas sin vencer y  ha visto escapar dos títulos esta temporada (Liga y Europa League) en el minuto 92 de los partidos. A veces, el futbol es realmente cruel, pero seguro que los de Jorge Jesús se levantan y la próxima temporada volverán a dar guerra. Tiene plantilla para ello...

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