Semifinales de Copa: puro espectáculo

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Por si alguien estaba algo falto de tensión y emoción con el fútbol español, este miércoles arrancan las semifinales de Copa del Rey. Llega lo realmente serio de la competición y el cartel no podría ser mejor. Atlético de Madrid vs Sevilla y Real Madrid vs FC Barcelona. Cuatro equipos que buscan alcanzar la gloria en un torneo que, como hemos dicho muchas veces, es capaz de salvar una temporada. 

El Atlético vs Sevilla se presenta con un favorito, el equipo de Simeone, pero con las últimas dudas del traspiés sufrido por los colchoneros en San Mames el pasado fin de semana. Parece que la baja de Radamel Falcao en el ataque de los madrileños puede afectar demasiado a un equipo necesitado de sus goles. Hasta ahora, Simeone ha sabido superar con éxito y solvencia los problemas que le han ido surgiendo desde que llegó al banquillo del Atlético, pero veremos si éste último no es demasiado grande. Diego Costa será el encargado de hacer olvidar la ausencia del colombiano. Aparte de eso y dejando a un lado la última derrota, el Atletico de Madrid se ha mostrado durante lo que llevamos de temporada como un equipo muy sólido defensivamente y con grandes individualidades arriba, lo que debería ser suficiente para alcanzar la gran final. 

Por otro lado, el Sevilla llega con su nuevo entrenador a la cabeza, Unai Emery, y la sensación de que la Copa puede mitigar los disgustos ligueros de un conjunto que no termina de arrancar y mezcla resultados muy positivos con fracasos sonados. Emery es ahora el encargado, tras el adiós de Michel, de llevar a buen puerto una nave que necesita ser engrasada. Seguramente lo pasará mal en el Calderón, pero si es capaz de cosechar un buen resultado a orillas del Manzanares puede tener mucho ganado. Parece que con Emery en el banquillo, el equipo ha recuperado algo el espíritu que le hizo grande, así que no será un rival nada sencillo para el Atlético. 

La otra eliminatoria de semifinales nos dejará otro clásico entre Real Madrid y Barcelona. Los de Mourinho llegan muy motivados al choque despues de los últimos buenos resultados y la gran eliminatoria copera de cuartos ante el Valencia. Sin embargo, en el Bernabéu preocupan las numerosas bajas con las que tendrá que lidiar Mourinho para confeccionar un once de garantías que sea capaz de frenar al gran Barcelona. Seguramente, el gran estado de Ozil y, sobre todo, de Cristiano Ronaldo sea la gran esperanza blanca para una eliminatoria en la que parten con piel de cordero. Además, podría debutar Diego López bajo palos tras su llegada para suplir al lesionado Casillas, mientras que Albiol y Varane podrían repetir en el eje de la zaga. La gran incógnita quedará en saber si Mourinho apostara por Marcelo para el lateral izquierdo u optará por situar ahí a Arbeloa, dejando el carril diestro para Essien. Modric, por su parte, parece el sustituto claro para Di Maria de manera que el Madrid pueda contrarrestar la fortaleza del mediocampo blaugrana. No olvidemos tampoco, que para el Madrid es una eliminatoria casi decisiva para la temporada. La Copa del Rey se ha convertido en objetivo prioritario junto a la Champions para el vestuario madridista toda vez que la Liga está prácticamente encarrilada por el FC Barcelona. 

Un FC Barcelona que llegará lanzado a la eliminatoria. Con un fútbol brillante como se pudo ver en los cuartos de final ante el Málaga y con un Messi en estado de gracia, los de Tito Vilanova llegan al Bernabéu con la esperanza de obtener un resultado positivo para cerrar la eliminatoria en el Camp Nou. Seguramente, Tito habrá tomado buena nota de lo que le ocurrió en la pasada Supercopa de España. Veremos si Piqué y Puyol repiten en el centro de la defensa con Alves y Alba en los carriles. En el mediocampo, Cesc Fábregas parte con claras opciones de formar junto a Xavi y Busquets, dado su gran estado de forma actual. Arriba, turno para Iniesta, Messi y Pedro. Ojo al gran estado de forma actual también de Iniesta, que está cuajando últimamente actuaciones brillantes. Si el Barcelona logra que Cesc, Iniesta y Messi conecten como en La Rosaleda, las opciones del Madrid pueden ser mínimas e incluso el Bernabéu podría decidir la eliminatoria.  Obviamente, el peso atacante del equipo y gran parte de las opciones culés pasarán por las botas de Messi, que repetirá duelo con Cristiano en esa lucha particular entre ambos cracks.  Las contras blancas serán, seguramente, el gran quebradero de cabeza para un Barcelona que es muy favorito para la eliminatoria pero que ya ha visto como el Real Madrid es capaz de superarle si no es capaz de dar su mejor nivel. 

En cualquier caso, unas semifinales de Copa del Rey apasionantes que harán las delicias de los seguidores. En especial, ese clásico será seguido con gran interés en casi todo el planeta. Regresa la magia de la Copa del Rey. Ese título desprestigiado por los dirigentes pero maravilloso para los aficionados.

Diego López, de la "Fábrica" al Bernabéu

Punto final al debate en la portería del Madrid después de que se confirmara que Iker Casillas estará fuera de los terrenos de juego entre dos y tres meses. El vacío que dejaba su ausencia, ha sido rápidamente cubierto por el club fichando a Diego López, un canterano conocedor de la casa que llega procedente del Sevilla, donde tampoco disfrutaba de demasiadas oportunidades.

El fichaje de Diego López se cerró el pasado viernes e, incluso, estuvo en el banquillo ayer ante el Getafe en el partido de Liga que disputó el Real Madrid en el Santiago Bernabéu. Regresa al club blanco tras haber intentado buscar su sitio en Villarreal y Sevilla. Su carrera ha ido de más a menos en los últimos tiempos. Estamos ante un portero de gran agilidad, gran presencia dada su altura y buenos reflejos bajo palos. Cualidades que explotó a la perfección durante sus primeras campañas en Villarreal y que le llevaron a ser internacional con España. Sin embargo, a partir de ese momento su repercusión fue disminuyendo. El descenso con el Villarreal en una temporada muy aciaga no colaboró demasiado. Ese suceso supuso su marcha del club castellonés para recalar en el Sevilla donde tendría que competir con Palop por la titularidad. A priori llegaba para desbancar al veterano guardameta y ser un fijo en los once de Michel, entrenador del Sevilla en ese momento y que ya le conocía de sus años en la cantera madridista. Pero Diego López no llegó nunca a tener la plena confianza del madrileño y acabó teniendo que esperar su oportunidad desde el banquillo. Palop le había ganado el sitio. Tampoco con la llegada de Emery parecía haber cambiado demasiado.

Ahora llega al Real Madrid para comenzar su segunda etapa en el club blanco y aprovechar la baja de Casillas para que su nombre vuelva a figurar en las agendas de los mejores clubes del mundo. Es, quizás, su último tren dada su edad (31 años) y Diego está dispuesto a aprovecharlo. Tendrá, al menos, el tiempo de baja de Iker para ganarle el sitio a Adán y ser titular en la parte más importante de la temporada, con la Copa del Rey y la Champions en pleno apogeo.

Obviamente, no se trata de un fichaje de futuro por parte del club, sino de un parche a un problema temporal como es la baja de Casillas. Pero es un parche que puede servirle al Madrid para no echar demasiado de menos a su capitán y no tirar por tierra la temporada.

La posibilidad de solo contar con Adán como titular y Jesús Fernández como segundo portero hacía temblar al Bernabéu. No es que Adán sea mal portero, pero todo reside en una cuestión de fiabilidad. Lo que le viene por delante para lidiar al Real Madrid no es poca cosa. Copa ante el Barcelona, octavos de Champions ante el United e incluso unos posibles cuartos de dicha competición son un cartel demasiado duro para un guardameta que es casi un novillero en estas batallas. La portería del Madrid es capaz de tragarse a cualquiera que no esté muy preparado para ello y la fiabilidad que ofrecía Adán para afrontar esos partidos no era la que requiere un club que va a pelear por todo.

Por eso, una vez conocido el parte médico de Casillas, el club se ha movido con rapidez y ha cerrado la llegada de un portero que ofrece, ante todo, veteranía, sobriedad y conocimiento del club. Diego López ya se ha ganado de sobra el respeto de aficionados, prensa y demás integrantes del mundo del fútbol. Ahora es el momento de que escriba su nombre con letras doradas en la historia del que siempre fue su equipo, el Real Madrid.

Kaká y la china en el zapato

Mucho se está hablando en los últimos días de la situación del brasileño Kaká en el Real Madrid. Parece que sus posibilidades en el club blanco han llegado a su fin después de varios intentos de recuperar a aquel jugador que deslumbró al mundo en el Milán y que incluso fue galardonado con el Balón de Oro en 2007. Desde entonces, han pasado apenas seis años y aquel futbolista de arrancada casi felina no ha vuelto a dar señales de vida. 

Kaká llegó al Milán con apenas 21 años procedente del Sao Paulo brasileño donde había iniciado su carrera y tras jugar 58 partidos. Su fichaje le costó al club italiano 8 millones y medio de dólares y ya desde su primera campaña en el Calcio, Kaká convenció a la afición milanista con talento, sacrificio y un cambio de ritmo endiablado. Su zancada era prodigiosa, capaz de dejar atrás a cuantos se atrevían a seguirlo. En esa primera temporada, Kaká conquista el Scudetto la Supercopa de Europa e hizo 10 tantos. La siguiente campaña fue su despegue definitivo en Italia. A pesar de hacer menos goles (7) su fútbol terminó de cautivar a todos y aunque su club perdió la final de la Champions ante el Liverpool, Kaká fue nombrado mejor jugador de esa edición de la Champions. Se quitaría la espina ganando la Copa Confederaciones con Brasil ese mismo verano. Pero, sin duda, su gran año fue 2007. Ganó su primera Champions venciendo al Liverpool y el Mundial de Clubes ante Boca Juniors con una gran actuación. Todo ello, le valió para ganar el FIFA World Player y el Balón de Oro que le coronaron como Mejor jugador del Mundo.

En 2009, tras varias campañas detrás de él, Florentino Pérez obtiene por fin el fichaje que buscaba. Kaká llega al Real Madrid a cambio de mas de 60 millones de euros. El 30 de Junio de ese año, el Bernabéu celebraba la llegada de su nueva gran estrella que, junto a Cristiano Ronaldo y Benzema, formarían un ataque de auténtico lujo.  Sin embargo, su andadura en el club de Concha Espina está marcada por más sombras que luces, más aun teniendo en cuenta las expectativas creadas en torno a su fichaje. Tras una primera campaña irregular, una pubalgia le tendría apartado mucho tiempo de los terrenos de juego. Kaká decidió no operarse para llegar al Mundial de Sudáfrica. Volvió cuatro meses después ante el Zaragoza. Antes, en dicha cita mundialista, Kaká forzaría tanto su rodilla que tuvo que ser operado del menisco una vez acabado el torneo para Brasil. Su carrera estuvo en serio peligro y Mourinho, nuevo entrenador ese verano del Real Madrid, no podría contar con el brasileño durante la pretemporada. A partir de ahí, ya nada sería lo mismo. Tras varios intentos de resurrección en los que parecía que podía volver a ser el que era, pero con grandes traspiés como aquella eliminatoria de semifinales de Champions ante el Bayern, su fútbol se ha ido apagando hasta llegar a la situación actual, más cercana a abandonar el club que a continuar. 

Kaká ha mostrado ya su interés en volver al Milán, donde es un ídolo, para volver a intentar relanzar su carrera. Sin embargo, el club rossonero no parece poder hacer frente a su fichaje y, aunque ha solicitado la cesión del brasileño, ésta ha sido rechazada por el Real Madrid. Que no está agusto en el Madrid es algo evidente. No cuenta ya demasiado para Mourinho, que parece cansado de que el brasileño no termine nunca de responder, y su papel ha quedado relegado a un segundo o, incluso, tercer plano en el equipo. Una situación que un futbolista de su nivel no puede asumir. 

El Bernabéu tampoco le perdona que no haya rendido como se esperaba. La espera ha sido casi infinita pero las esperanzas en volver a ver a aquel jugador del Milán se han ido desvaneciendo. 

Aun así, me resisto a creer firmemente que Kaká sea un problema para el Madrid. Su ficha es muy alta, cierto, y quizás mantener a un jugador así viendo los partidos desde la grada sea un lujo que ni el Real Madrid se pueda permitir, pero Kaká mantiene nivel de sobra para seguir siendo un futbolista útil para el equipo si así lo deciden las partes involucradas. Quizás el mayor problema sea que el mismo no es capaz de asumir que su lugar en el equipo ya no es el de protagonista sino el de actor secundario que, por otra parte, también hace ganar títulos. Y aunque su posición en el campo esté más que cubierta con Ozil y Modric, Kaká ofrece otras alternativas a Mourinho. Por eso, el Madrid no debería regalar al jugador. Si llega alguna oferta interesante, estudiarla. Pero si no es así, debe  intentar seguir aprovechando a un jugador que aunque no mantiene el nivel de antaño, sigue siendo un futbolista por encima de la media. 

En cualquier caso, en los próximos días veremos si es demasiado tarde ya para Kaká en el Real Madrid. Si por el fuera, su andadura en la capital de España tendría fecha de caducidad pero ahora depende del club que preside Florentino Pérez que el brasileño cumpla su deseo de regresar a Milán o, por el contrario, acabe la temporada como jugador madridista. Un problema, desde luego, que debe ser resuelto con la mayor brevedad posible pero que se ha terminado por convertir en un verdadero quebradero de cabeza para su presidente que, por otra parte, esta a punto de ver como uno de sus flamantes fichajes de 2009 pasa con mas pena que gloria por el Santiago Bernabéu.

Copa del Rey: ¿Por qué no a partido único?

Inmersos en plenos cuartos de final de Copa del Rey, esta noche hay un Atlético Madrid vs Betis apasionante, es un buen momento para analizar un torneo que vuelve a pasar por tiempos felices tras unos años de decadencia. 

No cabe duda, que estamos ante una competición que siempre nos deja emoción y resultados sorprendentes en los que el equipo teóricamente inferior supera al grande. Incluso suele ser habitual la presencia de algún conjunto que se destapa en la Copa y se gana el apoyo de los aficionados. 

Sin embargo, la Copa ganaría en adeptos con otro formato. Es de las pocas competiciones coperas a doble partido en el viejo continente, lo que resta posibilidades a numerosos equipos y emoción y espectáculo para el espectador. Un formato de competición, el de partido único, que fue probado hace varias campañas pero que terminó siendo rechazado rotundamente por los equipos grandes, cansados de hacer el ridículo por los estadios humildes de España. Así pues, se retomó la vía del doble partido matando definitivamente a los humildes y dejando la Copa como bocado menor para los grandes aunque capaz de llegar a salvar una temporada. Es curioso comprobar cómo, año tras año, esos mismos equipos se quejan de las apreturas del calendario y el exceso de partidos pero se niegan a reducirlos en Copa. Además, el formato de partido único provoca que todos los equipos tengan las mismas opciones de llegar lejos y solo los mejores o los que más en serio se tomen la competición, alcancen la gloria. 

Por otra parte, hace ya unas temporadas que los grandes también se vienen tomando en serio la Copa. Pasados los años grises y oscuros en los que equipos como el Real Madrid o el Barcelona tiraban la Copa a las primeras de cambio ante rivales de menor entidad, los conjuntos de Primera pelean por el título con todas sus energías lo que ha dado lugar a que la Copa retome su emoción y espectáculo en plenitud. Por eso, una competición a partido único aumentaría más si cabe esa emoción y abriría la Copa a otros posibles candidatos. La posibilidad, además, de sortear el lugar donde se disputa el partido para que no fuera siempre en el campo del equipo pequeño, que también provocó las quejas de los grandes, proporcionaría al torneo más justicia e igualdad. El ejemplo es sencillo. Solo habría que fijarse en Inglaterra o Alemania donde ya se aplica y cuyas competiciones coperas, sobre todo la inglesa, gozan de un prestigio reconocido en todo el continente.

La Copa es un torneo sencillamente espectacular, pero en los tiempos que corren todo lo que sea hacerlo lo más apetitoso posible para todos debería constituir una prioridad. No puede ser que sea solo lugar para los grandes equipos del país. La cuestión es que sea el torneo de todos. Ese en el que no importe el presupuesto, los socios o el salario de la plantilla, sino la ilusión, el esfuerzo y el fútbol de verdad.

Veremos si en algún momento los dirigentes entran en razón y la Copa del Rey recupera un esplendor que, a pesar de la ligera recuperación de nuestros dias, ha ido perdiendo con el paso del tiempo, sobre todo entre el aficionado.

Guardiola, próximo entrenador del Bayern

La noticia saltaba hace unos días. Según informaba Sky Sport y varios medios alemanes, Pep Guardiola habría llegado a un acuerdo con el Bayern Munich para hacerse cargo del equipo a partir de la próxima temporada. Una noticia que, como es lógico, se extendió con ligereza por las redes sociales hasta ser de conocimiento casi general.

Lo último que sabíamos de Guardiola era que la próxima temporada volverá a entrenar tal y como anunció el propio Pep en la pasada gala del Balón de oro. A partir de entonces, los rumores comenzaron a dispararse y el nombre del catalán fue asociado rápidamente a numerosos banquillos de relevancia en el continente europeo. Sin embargo, Guardiola no había confirmado nada hasta la fecha.

Por otro lado, el Bayern está inmerso ya en el regreso de la Bundesliga donde es líder en una posición que le permite casi acariciar el título, está vivo en la DFB Pokal, donde tendrá un impresionante duelo ante el Dortmund, y está clasificado para octavos de la Champions League donde se enfrentará al Arsenal en una bonita eliminatoria. Es decir, se puede hablar que mantiene sus opciones en todos los frentes. Eso si, su entrenador, Jupp Heynckes, ya había afirmado hace unos meses su intención de retirarse al final de temporada y no renovar, por tanto, su contrato con el club.

Unas cuantas horas después, el rumor lanzado por Sky Sport es oficial. Guardiola será entrenador del Bayern gracias a un contrato que le unirá hasta 2016 con el club bávaro y por el que percibirá aproximadamente unos 17 millones de euros por temporada. Una barbaridad económica y muchos años de contrato que demuestran que el Bayern confía plenamente en que Guardiola les lleve a conseguir tantos éxitos como logró en su etapa blaugrana. Ven en Pep al hombre capaz de doblegar definitivamente a ese rival incómodo que ha aparecido en Dortmund de cara a la Bundesliga y el hombre idóneo para recuperar el cetro continental en la Champions League.

Por su parte, el entrenador catalán, que fue fiel a un estilo de contrato en Barcelona (firmó por dos años su primer contrato y luego fue renovando de año en año) rompe con eso firmando con los alemanes por tres campañas. Algo que resulta extraño y que parece cambiar en un Pep más acomodado. También es cierto que es el tiempo necesario para valorar en profundidad el éxito o fracaso de un proyecto como el que parece quiere emprender el Bayern con su llegada.

Ya veremos la adaptación de Guardiola a la filosofía alemana y, más concretamente, a la del Bayern, gustoso de un juego más físico y rocoso y que busque la portería rival que de uno de toque hasta la desesperación.  Desde luego, su llegada a la Bundesliga es otro foco de atención para la Liga y favorecerá que las cámaras y focos de atención de todo el mundo lleguen también a Múnich.

A priori, parece una apuesta algo arriesgada en cuanto al aspecto económico pero no debería serlo en lo deportivo si nos atenemos a los resultados del técnico catalán en el Barcelona. Será complicado repetir esa hoja de ruta e inculcar un estilo tan característico a jugadores muy diferentes a los que tenía en la Ciudad Condal. Será, por tanto, apasionante comprobar hasta donde llega el Pep entrenador fuera de las fronteras españolas y de su amado Barcelona. Por lo pronto, tiene mucho que perder pero también mucho que ganar si es capaz de repetir hazañas con el Bayern. El apoyo del club, los recursos y la plantilla la tiene. Ahora debe ser capaz de hacer funcionar todo…

Nuri Sahin, regreso a casa

Fue una de las grandes noticias del pasado viernes 11 de enero. Tras año y medio desde su marcha, Nuri Sahin hacía oficial su regreso al Borussia Dortmund. Lo hace, eso sí, en calidad de cedido los próximos seis meses y con una opción de compra para el Dortmund. El caso de Sahin es otro de esos en los que un jugador talentoso destaca por encima del resto en una Liga competitiva como la Bundesliga durante una temporada  obligando a los grandes del continente a fijar sus miradas en él. Sin embargo, una vez abandona Alemania, se encuentra con que su rendimiento es muy inferior al mostrado anteriormente y, tras varias aventuras, decide regresar a casa buscando recuperar el crédito perdido. No creo que en su caso concreto podamos hablar de gran fracaso ya que tampoco ha dispuesto de los minutos y las oportunidades necesarias para triunfar ni en Madrid ni en Liverpool, pero es evidente que las expectativas generadas en torno a su llegada al Madrid primero, y al Liverpool después, no se han cumplido.

Su llegada al Real Madrid se vio lastrada por una lesión producida en el tramo final de la Bundesliga 2010/2011 que le obligó a ver desde la grada como sus compañeros se coronaban Campeones de Liga. Eso no impidió que para entonces media Europa se pegara por contratar sus servicios, pero si provocó que no hubiera pretemporada con el Madrid. Mourinho tenia fe, aun así, en poder recuperar a Nuri y que el Bernabéu disfrutara del mejor jugador de la Bundesliga. No pudo ser y en el Madrid nunca vimos ni rastro del gran jugador que todos esperábamos. Fue alternando minutos en Copa y hasta titular en varios partidos de Champions, pero siempre lejos del nivel esperado y sin continuidad.

Así pues, Mourinho decidió el pasado verano darle la oportunidad de coger minutos y recuperar sensaciones en otra Liga y en otro grande como el Liverpool. Parecía que con la llegada al banquillo red de Brendan Rodgers, gustoso de un fútbol más técnico, Sahin podía encontrar allí su tabla de salvación para regresar de nuevo a Madrid totalmente recuperado y con el gran cartel que tenia de la Bundesliga. Sin embargo, su falta de ritmo provocó sus primeros tropiezos en la Premier. Su debut ante el Arsenal en Anfield ya hacía prever que Sahin tendría problemas con el ritmo de juego de la Premier si no era capaz de adaptarse rápidamente y recuperar su mejor forma. Tras varios meses en los que no terminó de tener continuidad en el once y sin grandes alegrías, decide dejar Anfield para regresar a Dortmund.

¿Sus posibilidades ahora? Todas las posibles en un equipo que le conoce, con un entrenador que le conoce y con una afición que espera volver a ver a aquel chico que en 2010 enamoró a Europa con esa zurda prodigiosa y esa visión de juego al alcance de los elegidos. En Dortmund se encontrará competencia, ya que su marcha entonces provocó la llegada de Gundogan al equipo, quien le ha sabido sustituir sin que el equipo se resintiera. También el crecimiento poco a poco de Leitner podría ser obstáculo. Aun así, en ese esquema 4-2-3-1 de Klopp debería haber sitio para el turco, incluso con Gundogan al lado. Su llegada, permitirá a Klopp nuevas alternativas y un plus extra de calidad que el equipo necesitaba en la medular. Sahin conoce perfectamente cómo es su “nuevo” equipo y la Liga que afronta, así que su periodo de adaptación debería ser mínimo. Si el Dortmund y Klopp son capaces de recuperar al mejor Sahin, el equipo alemán ganará enteros para mejorar aún más su papel en Champions y aspirará seriamente a lograr un título esta temporada. Además, ganará un tipo de futbolista que no abunda precisamente en el mercado. Sahin puede ser la guinda que le faltaba al pastel de ese Dortmund campeón de Jurgen Klopp.

Esperemos, sobre todo por el bien del fútbol y el espectáculo, volver a ver al mejor Sahin. No cabe duda que ha vuelto al mejor lugar posible para hacerlo.

Messi y Del Bosque, Balón de Oro 2012

No podía estrenar los artículos del blog sin hablar del premio individual más importante entregado el pasado 7 de enero en Zúrich. Una gala en la que el seleccionador Vicente del Bosque y el argentino Leo Messi fueron galardonados como mejor entrenador y mejor jugador del año 2012, respectivamente. Unos resultados que han provocado diversas corrientes de opinión, pero vayamos por partes.

En primer lugar el premio al mejor entrenador, al que aparecían nominados el citado Del Bosque, Mourinho y Guardiola. Nominaciones extrañas, dado que se trata de un premio anual y dos de los elegidos solo habían entrenado durante la primera mitad del año (Guardiola) y durante dos meses (Del Bosque). Mourinho se presentaba con la Liga y Supercopa de España bajo el brazo. Pep, con la Copa del Rey y Del Bosque con la Eurocopa 2012. Ya de entrada, resultan extrañas ausencias de técnicos mas exitosos durante el año como Di Matteo (ganó la Champions con el Chelsea), Klopp (Liga y Copa con Dortmund) o incluso Conte (Liga con la Juventus).

Por otra parte, resulta sorprendente la comparación de técnicos de club con seleccionadores nacionales. No diré que la elección de Del Bosque sea sumamente injusta ya que la Eurocopa fue el mayor torneo de 2012, pero un técnico de club no compite en igualdad de condiciones con un seleccionador nacional. Sus días de trabajo al frente del equipo son mucho mayores. Por tanto, estamos ante un premio cuanto menos extraño.

En segundo lugar, el premio a mejor jugador de 2012. Y reitero, hablamos de mejor jugador de 2012, no mejor jugador del mundo para cada uno. Se deberían evaluar pues, los méritos de cada futbolista durante 2012. Para el premio estaban nominados Leo Messi, Andrés Iniesta y Cristiano Ronaldo. El argentino después de lograr el record de goles en un año y conquistar la Copa del Rey. El español, con dicha Copa del Rey y la Eurocopa 2012. Y el portugués, con la Liga y la Supercopa de España. Nuevamente, se echa de menos algún que otro nombre entre los nominados. Personalmente, no creo que Falcao hubiera hecho menos méritos para estar ahí, pero quizás su ausencia en competiciones como la Eurocopa o la Champions, le han restado puntos. Y también en este caso, no se puede hablar de que un jugador como Messi no deba ser nombrado mejor jugador porque su año ha sido impresionante, pero su capacidad de protagonismo y los títulos obtenidos durante el año son inferiores a los de sus dos rivales. 

Messi ha comandado al Barcelona, es evidente, pero no ha sido su mejor año a nivel colectivo. Sólo la conquista de la Copa del Rey adornan un palmares en 2012 donde han quedado marcadas actuaciones como la semifinal de Champions ante el Chelsea con aquel error de penalti que resultó determinante. Tampoco fue capaz de superar a Cristiano en su duelo particular de la Supercopa Española. Y en Liga, sus grandes números no le bastaron para lograr el titulo. Además, no fue año ni de Mundial ni Copa America, por lo que su aparición internacional fue mínima.

Ronaldo, por su parte, ha sido protagonista activo en todo lo que ha jugado. Clave en la conquista de la Liga del Real Madrid, apareció en Copa y en Champions, donde anotó dos tantos ante el Bayern en aquella fatídica semifinal. Fue el mejor jugador de Portugal en la Euro, a la que capitaneó hasta las semis y donde fue uno de los máximos artilleros del torneo. Y anotó, también, en la Supercopa de España que el Madrid le ganó en verano al Barcelona. 

Por último, está el caso de Iniesta. Sus números individuales son inferiores, lógicamente, a los de Messi o Ronaldo, pero su capacidad para crear fútbol e inventar y su gran Eurocopa le han llevado hasta ahí. Iniesta representaba, seguramente, el premio al fútbol español, tan cargado de éxitos últimamente y la nominación a un jugador de la selección campeona de Europa. A buen seguro, de haber ganado Italia aquella final, sería Pirlo el elegido para competir con los dos gigantes.

En definitiva, Del Bosque y Messi fueron galardonados en un premio que cada año que pasa se empeña en perder más aun su prestigio. La fusión del Balón de Oro y el Fifa World Player no ha colaborado en hacer del premio un galardón más justo. Es más, parece que la FIFA se ha decantado por convertir el Balón de Oro en un premio a los más mediático y correcto. Solo así se entienden ciertas nominaciones y el nombramiento, cuatro veces seguidas, de un mismo jugador. Y eso, sintiéndolo mucho, no es valorar los méritos futbolísticos de cada uno, sino ver quien representa mejor la imagen que quiere vender FIFA y France Football al mundo. Olvidémonos de ver al mejor de cada año siendo galardonado. El Balón de Oro se ha convertido ya en otra cosa distinta a eso.

Bienvenidos a Pasiones Balompédicas

Gracias por acercarte al blog Pasiones Balompédicas. Espero que este nuevo blog futbolero sea de vuestro agrado. Vamos a intentar tratar diversos temas del mundo futbolístico y, con vuestra ayuda, hacer de este lugar un punto de encuentro y debate. Sean, pues, bienvenidos...